Mantener la casa fresca con el menor calor posible, es importante para la salud y el bienestar por varias razones, incluyendo reducir el estrés, mejorar el sueño y controlar condiciones médicas preexistentes como enfermedades cardiacas, respiratorias y circulatorias.

Seguramente antes de que llegue el verano, tu casa se sienta muy calurosa. Pero no te preocupes, hay muchas maneras simples de mantener tu casa fresca y cómoda durante esta temporada para mantenerse fresco incluso en los días más calurosos.

    1. Intenta encender las luces lo menos posible. Las bombillas encendidas emiten calor, que aunque no lo parezca, aporta a calentar la casa. La mejor opción es cambiar las bombillas por luz blanca LED. Otra opción es prender una lámpara pequeña en vez de la luz del techo.
    2. Plantas interiores. Es una forma natural para protegerse de las altas temperaturas, que además aporta vida, color y frescura. Las plantas absorben el calor y disminuyen la temperatura del ambiente. Recuerda mantenerlas hidratadas regándolas constantemente. Un truco adicional es rociar agua sobre ellas sobre todo si son hojas verdes grandes, y notará cómo se refresca el ambiente.
    3. Cambia la ropa de tu cama. Asegúrate de que tus sábanas sean de algodón y de materiales frescos.
    4. Mapea. Aunque el piso de tu casa esté limpio, pasarle un mapo con agua fresca es una buena manera de enfriar su temperatura y por ende el de la casa. El agua absorberá el calor para poder evaporarse, consiguiendo que la habitación se refresque.
    5. Usa abanicos. Ubica los abanicos en lugares estratégicos para que, en vez de mover el aire caliente, ventilen el espacio y empujen el calor. Un buen truco es ponerle al frente del abanico un plato con hielo para que se refresque el aire que sopla.
    6. Evita usar el horno, el secador de pelo y la secadora de ropa pues emiten mucho calor que se queda dentro de la casa.
    7. Utiliza el extractor cuando cocines, así evitarás que el calor se concentre y tu cocina acabe convirtiéndose en un horno dentro de la casa. Recuerda limpiarlo frecuentemente para que no se acumule la grasa que absorbe.
    8. Cierra las puertas y las ventanas en las horas de mayor calor para evitar que entre.

Más importante que mantener una casa fresca es mantenerse fresco tú también. Utiliza ropa fresca evitando que esté pegada al cuerpo para que tu piel pueda respirar. Ya sabes que la hidratación es muy importante. Toma agua constantemente durante el día. Para bajar la temperatura de tu cuerpo, báñate todos los días con agua fresca preferiblemente en las horas de más calor del día, o, al menos, usa una servilleta húmeda constantemente el cuello, la nuca y las muñecas. Mantener la casa fresca es importante para la comodidad, pero también para proteger tu salud.