Nada como darse un chapuzón en una piscina en verano. Sumergir la cabeza, nadar de un extremo al otro y quedarse largo rato dentro del agua para no sentir el calor de nuestro sol caribeño. Así sucede con todos, sobre todo con los niños, cuya actividad preferida de los campamentos de verano, suele ser, ir a la piscina.

Ojo, las piscinas públicas pueden conllevar situaciones en la salud de un niño. El agua es un vector pasivo por lo tanto es uno de los escenarios ideales para la reproducción y supervivencia de una infinidad de microorganismos dañinos como las bacterias. El cloro ayuda a eliminarlos, pero siempre existen factores que facilitan la contaminación, como por ejemplo: el orín, el sudor, las mucosidades nasales y corporales.

Esta concentración de flujos de diferentes personas puede contribuir al desarrollo de diarrea, sarpullidos, infecciones de oído, infecciones respiratorias e irritación en los ojos. Las enfermedades transmitidas por el agua en lugares de recreación acuática se pueden contraer al tragar agua contaminada con microbios, tener contacto con ella o inhalarla a través de rociadores o aerosoles.

Aunque posiblemente los campamentos de verano, y complejos residenciales procuran limpiar y cuidar la higiene de la piscina frecuentemente, es necesario enseñarles a los niños ciertas practicas para tratar de evitar el desarrollo de alguna de estas infecciones.

¿Qué hacer?

  • Usar elementos aislantes como:
    • — Gafas para la piscina (goggles)
    • — Tapones de oídos
    • No permitir que le entre agua en la boca, que no juegue a coger agua con la boca y soltarla, mucho menos a tragársela.
    • Ducharse inmediatamente al salir de la piscina con agua limpia y dulce.
    • Secarse inmediatamente al salir de la piscina
    • Utilizar una toalla limpia todos los días
    • Cambiarse la ropa mojada por ropa seca, para evitar además algún tipo de hongo.
    • Secarse bien los oídos
    • No utilizar la piscina si está enfermo con congestión nasal.
    • Salirse de la piscina si le arden los ojos o le duelen los oídos.

     El adulto debe de igual forma estar pendiente del físico de su hijo. Observe si tiene los ojos rojos, sarpullido, preguntarle si le duelen los oídos, o si tiene picor en sus partes privadas, y recordarle las reglas para evitar infecciones, todos los días si es posible.

    Además de las infecciones que pueden ser contraídas por el agua, también el verano y la humedad pueden ocasionar hongos, sobre todo hongos vaginales en las féminas. Dependiendo del germen que lo provoque, se manifestarán los síntomas o molestias como ardor, picazón, flujos vaginales de diferentes características en olor, color y consistencia.

    Recomendaciones para evitar el hongo vaginal:

    • Es importante mantener una buena higiene genital
    • Evitar traje de baño mojado mucho tiempo
    • Cambiarse la ropa interior varias veces al día
    • Usar ropa interior de algodón
    • Evitar jabones perfumados en la zona
    • Evitar pantalones ajustados 
    • El cambio continuo de toallas higiénicas durante el periodo menstrual

    De observar alguno de los síntomas anteriormente expuestos, consulte con su médico o pediatra para detectar y tratar cualquier infección a tiempo.