El empresarismo no necesariamente se aprende. Es una destreza que se cultiva a través de años de esfuerzo y muchas experiencias vividas, incluyendo tanto victorias como tropiezos. Dicho eso, muchos emprendedores exitosos concurren en que hay ciertas prácticas que pueden ayudarte en tu ruta hacia el éxito. Aquí te compartimos algunos consejos para ayudarte a enfocarte mejor a la hora de tomar decisiones de negocios.

Arriésgate

El riesgo es una parte inseparable del empresarismo. Por más que estudiemos e investiguemos, es imposible saber de antemano si algo será exitoso o no. Lo que sí es seguro es que nunca lo sabremos si ni tan siquiera lo intentamos. 

Dedícale tiempo

El éxito no llega de la noche a la mañana. Hasta los empresarios más exitosos de hoy fueron principiantes en algún momento y tuvieron muchos traspiés a lo largo de sus caminos. Si verdaderamente crees en una idea o proyecto, tienes que dedicarle el tiempo necesario para hacerlo realidad. No hay atajos.

Rodéate de gente buena

Un buen empresario reconoce que cualquier negocio es un trabajo en equipo. A la hora de contratar empleados o escoger socios, procura fijarte bien en su tipo de personalidad. Si te das cuenta de que es difícil trabajar con ellos o llegar a acuerdos, será más difícil aún mantener un negocio exitoso.

Parte de una visión

¿Por qué existe tu negocio? ¿Qué exactamente quieres lograr? ¿Dónde ves tu negocio de aquí a 10 años? Todas son preguntas difíciles de responder, pero es necesario que te las hagas regularmente y que las tengas presentes en todas tus decisiones importantes. Una visión sólida es como una brújula que te ayuda a encaminar tu negocio aun en tiempos difíciles.

Establece metas

Operar un negocio es una tarea monumental. Por eso es buena idea establecer metas manejables que te motiven a siempre seguir creciendo. Y la palabra clave aquí es “manejables”. Procura establecer metas que realísticamente puedas cumplir. Recuerda que poco a poco se pueden lograr grandes cosas.

Aprende de tus errores

Tarde o temprano vas a cometer errores. Hasta los empresarios más exitosos toman malas decisiones todos los días. La clave es no dejar que los fracasos te desalienten. Al contrario, míralos como una oportunidad de hacer ajustes y enfocarte mejor.

Escucha las quejas

Recibir halagos y comentarios positivos sobre tus productos o servicios se siente muy bien. Pero es igual de importante escuchar la crítica constructiva. En vez de reaccionar con frustración o coraje, trata de ponerte en los zapatos del consumidor y evalúa si su crítica puede darte alguna nueva perspectiva de cómo mejorar la situación o el producto.

Ojo a los gastos

Operar un negocio muchas veces conlleva gastos significativos. Pero procura llevar buena contabilidad de todo para que esos gastos no se salgan de control.

Estudia tu industria

El mundo cambia demasiado rápido. Por eso siempre hay que mantenerse con sed de aprender. Ya sea estar al día con nuevas tendencias, fijarse en lo que hace la competencia, investigar patrones de consumo, es siempre muy importante. 

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Referencia: https://www.entrepreneur.com/article/247540