La enfermedad del mono es una de esas raras enfermedades llamadas zoonóticas, que pueden transmitirse de animales a humanos como lo es el dengue, la rabia o la salmonella. En junio 2022 el Departamento de Salud confirmó el primer caso en Puerto Rico, haciendo un llamado a la prevención. Para mediados de julio, según la prensa local, ya se habían confirmado ocho casos, seis por historial y de viaje y dos por transmisión local. Además, informaron que había ocho casos sospechosos adicionales y otros dos casos bajo investigación.
El peligro de la viruela del mono es que es sumamente contagiosa, con los agravantes de que no existe tratamiento y vacunas sumamente limitadas. Esto hace que detener su propagación recaiga en gran parte en que la población siga las recomendaciones pertinentes para evitar el contagio.
La viruela del mono o Monkey Pox se ha presentado en 14 países de América y 60 en el mundo
Es una enfermedad viral poco común que tiene síntomas similares a la influenza. Aunque muy pocas personas la habían escuchado, el primer caso en seres humanos se informó en un niño en la Republica Democrática del Congo en el año 1970. Es causada por un virus y puede transmitirse de animales a personas o de personas a personas. La enfermedad se identificó por primera vez en simios de laboratorio en el 1958 en Dinamarca y más adelante en animales en África, aunque datos históricos señalan que ya se había documentado hacía 3000 años. Al presente, según la Organización de las Naciones Unidas está presente en 14 países de América con miles de casos diagnosticados en su mayoría en Estados Unidos, Canadá, Brasil y Perú.
Periodo de incubación y síntomas
Antes que aparezcan los síntomas, la infección pasa un período de incubación promedio de 5 a 13 días, aunque puede extenderse hasta 21 días. Al inicio presenta síntomas similares a la influenza que incluyen fiebre, poca energía, escalofríos, ganglios linfáticos inflamados, dolor de cabeza intenso, dolores musculares y de espalda. Su particularidad es que además aparecen erupciones o lesiones en diferentes partes del cuerpo de uno a tres días antes del comienzo de la fiebre. Estas ampollas pueden ser muchas o pocas, ser elevadas o planas y tienen líquido transparente o amarillento. La viruela del mono y la varicela no son lo mismo. Aunque ambas enfermedades presentan ampollas en la piel, la viruela del mono no ocasiona picor cuando aparecen. Un paciente con esta enfermedad puede presentar un dolor intenso en la zona, pero no picor.
Esta erupción cutánea afecta principalmente al rostro y puede extenderse a las palmas de las manos y las plantas de los pies. Luego pueden formar costras, secarse y caerse. También se pueden encontrar en la boca, los genitales y los ojos. Los síntomas suelen durar entre dos a cuatro semanas y desaparecen por sí solos sin tratamiento, aunque los antivirales que se usan en pacientes con viruela pueden ayudar. Una de las características que diferencia la viruela del mono de otras enfermedades similares es la inflamación de los ganglios linfáticos antes que aparezcan las erupciones en la piel.
Evitemos el contagio: prevención, transmisión y tratamiento
Actualmente hay dos vacunas autorizadas por el FDA para la prevención del virus del mono. Estas son: JYNNEOS (también conocida como Imvamune o Imvanex) y ACAM2000. (Referencia: Considerations for Monkeypox Vaccination | Monkeypox | Poxvirus | CDC). En este momento hay un suministro limitado de JYNNEOS en los Estados Unidos, aunque se espera un incremento en las próximas semanas y meses. Referente a ACAM2000 hay una amplia oferta pero esta vacuna no puede ser utilizada en personas que tienen ciertas condiciones de salud incluyendo un sistema inmunológico comprometido, condiciones de piel como dermatitis atópica, mujeres embarazadas, entre otras.
Por el momento, se conocen dos variantes
del virus de la viruela del mono: la de África occidental y la de la cuenca del
Congo (África central). La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha
descartado, por el momento, clasificar el brote de viruela del mono en países
en los que la enfermedad no es endémica como una emergencia de salud pública de
importancia internacional (ESPII). (Es el nivel de alerta mundial más elevado,
una distinción que exhiben Covid–19 y Polio.) La enfermedad sí es
endémica en países de África occidental y central, y hasta ahora los casos
confirmados fuera de estas regiones habían estado asociados a importaciones
desde zonas endémicas. Ahora la situación es diferente, por lo que el brote es
considerado inusual y preocupante por el rápido aumento de casos.
El virus se transmite a través de las gotitas respiratorias que se emiten al hablar o estornudar. También se ha documentado que se transmite por los fluidos del cuerpo y por contacto con lesiones de una persona enferma. Por eso es importante:
- Mantener 6 pies de distancia
- Evitar tener contacto cercano con otras personas, especialmente de piel a piel.
- Lavarte las manos con agua y jabón de forma seguida
- Usar un desinfectante de manos a base de alcohol (con al menos un 60% de alcohol).
- No tener contacto directo con fluidos corporales o material lesionado en personas enfermas.
- Continuar con el uso de la mascarilla.
Una vez más aprendemos que protegernos es la clave para evitar el contagio y para detener su transmisión.
Si necesitas apoyo adicional, nuestro equipo del Programa de Modelo de Cuidado te pueden ayudar. Puedes comunicarte al (787) 474-6322 o al 1. 844.777. 2201 (libre de costo) de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 7:00 p.m.
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