Desde niños escuchamos hablar de las vacunas de la difteria, paperas, tosferina, polio, rubéola y hasta tétano. Sin embargo, en la mayoría de los casos no sabemos en qué consisten estas enfermedades pues prácticamente han sido erradicadas por completo y desaparecido. Esto es así gracias a la vacunación.

Las vacunas son el pilar del cuidado preventivo pediátrico. Como son administradas para niños saludables, las vacunas son estudiadas continuamente bajo escrutinio científico para asegurar su seguridad y eficacia. La American Academy of Pediatrics (AAP) y los Centros para el Control de la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) trabajan en conjunto para elaborar recomendaciones sobre su administración.

La vacunación durante la infancia es fundamental porque ayuda a brindar inmunidad antes de que los niños estén expuestos a enfermedades que podrían ser graves, o incluso mortales. Recibir varias y diferentes vacunas no sobrecargan el sistema inmune del niño/a. Por ejemplo, un bebé está expuesto a miles de microbios todos los días, a través de los alimentos, del aire y de cosas que se lleva a la boca. La buena noticia es que los bebés nacen con un sistema inmunológico que puede luchar contra estos microbios cotidianos, pero no contra algunas enfermedades.

Gracias a los avances científicos las vacunas de hoy en día pueden proteger contra más enfermedades utilizando menos antígenos, tan solo una fracción de la cantidad de antígenos con las que se encuentra un bebé en un día. Pero estos antígenos de las vacunas son las que los ayudan a su sistema inmunológico a reconocer enfermedades y luchar contra ellas.

Cuando una persona decide no vacunar a su hijo/a o infante del que está a cargo, lo está poniendo en riesgo de contraer una enfermedad peligrosa o mortal, a ese infante y a las personas que están a su alrededor. Las vacunas han mantenido saludable a las personas durante décadas. La mayoría de las vacunas infantiles son de un 90% a un 99% eficaces en la prevención de enfermedades. Si un niño de todas formas adquiriera una enfermedad para la cual ya está vacunado, sus síntomas serian leves, y no tendría un riesgo mortal. Este porciento tan alto de eficacia se logra gracias a todos los ensayos clínicos específicos a los cuales son sometidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos o U.S. Food and Drug Administration (FDA) para poder aprobar su uso. Solo se autorizan vacunas seguras, eficaces y con mayores beneficios que riesgos.

Al encontrarnos en la época de regreso a clases, el Departamento de Salud de Puerto Rico ha reforzado las iniciativas para fomentar la vacunación general y contra el COVID-19 buscando ampliar el renglón de infantes vacunados en la isla. El enfoque es elevar el porcentaje con la dosis de refuerzo.

VIRUELA DEL MONO – Una enfermedad en observación

En Puerto Rico ya se han registrado sobre 21 casos de viruela del mono, mientras que en Estados Unidos se han registrado sobre 6,600, por lo cual el Departamento de Salud de los Estados Unidos declaró una emergencia sanitaria nacional. Esto permite a las agencias nacionales acceder a fondos de emergencia y facilitar la gestión de vacunas y tratamientos para la enfermedad. También impulsará labores de concienciación e información que son esenciales para detener los contagios.

La transmisión de la viruela del mono puede ocurrir de persona a persona a través de gotitas respiratorias, por contacto directo con fluidos corporales o material infectado. Por lo cual se recomienda: mantener 6 pies de distancia; evitar tener contacto cercano con otras personas, especialmente de piel a piel; lavarse las manos con agua y jabón de forma seguida; usar un desinfectante de manos a base de alcohol (con al menos un 60% de alcohol) y no tener contacto directo con fluidos corporales o material lesionado en personas enfermas.

Para tratar la viruela del mono no existe un tratamiento, por lo cual la importancia recae en la prevención y vacunación. Actualmente hay dos vacunas autorizadas por el FDA para la prevención del virus del mono. Estas son: JYNNEOS (también conocida como Imvamune o Imvanex) y ACAM2000. (Referencia: Considerations for Monkeypox Vaccination | Monkeypox | Poxvirus | CDC). En este momento hay un suministro limitado de JYNNEOS en los Estados Unidos, aunque se espera un incremento en las próximas semanas y meses. Referente a ACAM2000 hay una amplia oferta pero esta vacuna no puede ser utilizada en personas que tienen ciertas condiciones de salud incluyendo un sistema inmunológico comprometido, condiciones de piel como dermatitis atópica, mujeres embarazadas, entre otras.

Recuerde que las vacunas son producto de investigación clínica y científica y que están diseñadas para causar un bien en su salud, la de su familia y la población en general. Consulte su médico y conozca sobre las vacunas necesarias que se administran en este momento para mantenerse saludable.

TSS-MKT-3832-2022-A