No importa el color de la piel, la exposición al sol te pone en riesgo de desarrollar cáncer de la piel
El sol candente que tanto disfrutamos en nuestra isla es también uno de los principales factores de riesgo para que desarrollemos cáncer de la piel, uno de los cánceres más comunes en la población.
¿Por qué el sol es dañino para la piel?
Los rayos ultravioletas que son parte de la luz solar son los que causan daño a la piel. Estos se traducen en arrugas prematuras y manchas y, con frecuencia, producen lesiones que se pueden convertir en cancerosas.
Exponernos frecuentemente al sol —incluso si uno no se quema—puede ocasionar cáncer en la piel. Aunque broncearse se ve atractivo, en realidad ese color tan bonito es un signo de daño a la piel.
Conoce los factores de riesgo
El cáncer de la piel con frecuencia se asocia a pieles de color claro, pelo rubio o rojo y ojos claros. Sin embargo, todos—no importa cuán clara u oscura sea nuestra piel—podemos desarrollarlo.
Otros factores que aumentan el riesgo son:
- Quemarse fácilmente
- Tener muchos lunares y pecas
- Trabajar o jugar expuesto al sol
- Haber tenido cáncer en la piel o familiares que lo hayan tenido
- Broncearse al sol o con una lámpara
- Tener más de 50 años
¿En qué partes del cuerpo es más común?
La mayoría de los cánceres de la piel ocurren en partes del cuerpo que están continuamente expuestas al sol. Ejemplo: la cabeza, el cuello, cara, orejas, manos y brazos, hombros, espalda, pecho, y la parte de atrás y de abajo en las piernas.
Sin embargo, es importante que te revises de la cabeza a los pies, incluyendo áreas como la planta y uñas de los pies, ingle, nalgas y hasta dentro de la boca.
Si ves algo sospechoso, como un lunar que ha cambiado de aspecto, una lesión que no sana o un área que se siente escamosa y áspera, consulta con tu médico o dermatólogo. Es importante recordar que al igual que muchas otras condiciones, el tratamiento tiene más probabilidades de éxito cuando se detecta temprano y evitamos que ataque a otras partes del cuerpo.
Toma acción
La clave para prevenir el cáncer de la piel es protegerse. Por ejemplo:
- Usar ropa que proteja del sol, gafas de sol y buscar la sombra el mayor tiempo posible
- Usar sombrero de ala ancha para protegerte la cara, el cuello, los hombros y las orejas
- Evitar el sol entre las 10 a.m. hasta las 3 p.m. Recuerda que aunque esté nublado la radiación sigue quemando
- Usar bloqueador solar con factor de protección de 15 o mayor aunque no estemos en la playa. Trabajar en el jardín, jugar al aire libre y hasta simplemente guiar el carro nos expone a la radiación solar
En este punto, muchos pensaran que estar al aire libre es un riesgo que hay que evitar. Nada más lejos de la verdad, pasar tiempo al aire libre tiene efectos positivos en nuestra salud física y mental y está relacionado con menores niveles de estrés. La clave está en protegerse y buscar el mejor horario para disfrutar de nuestro clima.