Los cambios enfrentados para trabajar desde casa a causa de la pandemia por el COVID-19, han complicado cada vez más las rutinas y la estructura de los profesionales. Estos cambios están generando un estrés creciente y continuo para muchos. Algunos de los desafíos que afrontan los profesionales que trabajan desde casa durante la crisis del coronavirus incluyen la adaptación a las nuevas tecnologías, como las teleconferencias, tipo Zoom y Teams. Además del estrés de tener que aprender nuevas habilidades, el cambio a la comunicación virtual reduce el contacto personal que tanto se necesita, lo que contribuye a la ansiedad y depresión en las personas.
Otros retos incluyen pasar toda la jornada laboral en casa con parejas, hijos o padres ancianos. Trabajar en una casa llena de gente representa más distracciones e interrupciones. Además, muchos trabajadores sienten que son menos productivos, lo que genera estrés. Esto se agrava cuando muchos sienten que no se vislumbra un final.
Lidiar con los cambios en la rutina
Algunos sienten que están estresados por buenas razones, y la única forma de controlarlo es esperar a que las cosas vuelvan a la normalidad. Si este es el caso, primero reconoce que sentirte estresado puede empeorar las cosas, te impide pensar con claridad y ser productivo. Es importante tratar de controlar este sentimiento. Intenta respirar profundamente, tomar descansos cortos para despejar la mente o meditar. También puedes intentar distraerte con otra actividad, como lo es el ejercicio vigoroso.
Equilibrio de responsabilidades
Es posible que los arreglos laborales estén estructurados para permitir que las personas sean productivas al mismo tiempo que se ocupan de sus familias. Es importante trabajar en equipo con todos en la casa. Establece pautas claras y reglas básicas, así como un horario básico. Asegúrate de incluir tiempo para atender las necesidades de tus hijos y otras personas que dependan de ti, pero también programa algo de tiempo para concentrarte exclusivamente en el trabajo.
Obtener el apoyo de tu familia
Los cónyuges, hijos y otros seres queridos pueden ayudar a quienes trabajan desde casa. El enfoque de equipo funciona igual de bien aquí. Ten en cuenta cualquier cosa que otros estén haciendo que haya sido perjudicial o problemática, como los niveles de ruido de la televisión o los videojuegos. Cuando todos muestran interés en ayudar se siente la solidaridad y el alivio.
Hablar con tu jefe y colegas
Muchos están preocupados por la economía y posiblemente pierdan sus trabajos, lo que dificulta expresar vulnerabilidad ante los compañeros de trabajo o jefes. Si ya sabes que algunos de tus compañeros de trabajo te apoyarán, búscalos y habla con ellos para averiguar qué están haciendo para sobrellevar la situación. Para muchos, pedir ayuda a sus compañeros de trabajo o al jefe durante este tiempo puede ser difícil. Pero si los jefes y compañeros de trabajo se cuidan unos a otros, todos podemos ser aliados compasivos durante un momento difícil.
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