Este artículo fue creado por Sonia L. Cepeda Hernández, Ph.D.,
Directora Programa Graduado de Consejería Psicológica, como parte de una colaboración entre la Universidad Albizu y Fundación Triple-S


Si estás experimentando estrés en este momento, no te sientas mal. Se trata de una reacción típica ante lo que vivimos y la incertidumbre que ha generado la pandemia del Covid-19. El estrés se ha definido como el desgaste del cuerpo a consecuencia de la lucha del organismo por mantener la calma al enfrentarse a agentes que en potencia pueden ser dañinos, que incluyen presiones físicas y psicológicas de todo tipo. 

Ha sido comprobado científicamente, desde diversas disciplinas, que altos niveles de estrés pueden afectar adversamente nuestra vida.  El efecto nocivo del estrés, mal manejado, puede llevarnos a desarrollar serias enfermedades tanto físicas como emocionales. Esto sin hablar del daño que provoca a nuestra calidad de vida en general. Si nos dejamos llevar por las estadísticas de niveles de estrés, fácilmente podríamos pensar que estar estresado(a) es lo típico o lo normal. Sin embargo, se ha descubierto que nuestro cuerpo tiene la capacidad natural de entrar en estados de relajación que contrarrestan los efectos dañinos del estrés. El Dr. Herbert Benson descubrió esta capacidad a través de sus investigaciones y la llamó La Respuesta de Relajación (The Relaxation Response).

Lamentablemente, la vida moderna ha afectado esta capacidad natural que está dentro de nosotros. El actual estado de alerta para mantenernos saludables y en un ambiente de distanciamiento social, puede presentarnos un reto adicional. Y nos han hecho pensar que para relajarnos tenemos que ir a lujosos y costosos spas, comprar cosas, y que necesitamos muchísimo tiempo para alcanzar ese estado de tranquilidad. En realidad, podemos utilizar diversas técnicas, desde las más complicadas hasta las más sencillas para manejar el estrés. Solo tenemos que reaprender a mantenernos relajados.

Alguno de los pasos que puedes comenzar a practicar, muy útiles para relajarte son:

  1. La rutina de relajación del doctor Benson, que sigue estos sencillos pasos. Practícala: encuentra un ambiente tranquilo, relaja conscientemente todos los músculos del cuerpo, focaliza por 10 a 20 minutos en una palabra positiva, o una oración corta, y asegúrate de asumir una actitud de tranquilidad y compasión ante los pensamientos intrusivos. Concéntrate en tu palabra u oración.
  2. Aprende a respirar.
  3. Saca tiempo para conectarte contigo y tus familiares. Explora la tecnología que nos permite estar cerca aun en la distancia.
  4. Disfruta de alguna actividad que te divierta solo(a).
  5. Toma un tiempo para escuchar música que te agrade o leer un buen libro.
  6. Regálate un automasaje en el hogar, con un ambiente acogedor; velas, incienso, música suave.
  7. Integra la meditación y practica visualizaciones.
  8. Practica algún ejercicio o disciplina como yoga, tai chi, reiki, autohipnosis, etc.

Para que realmente funcionen cualquiera de estas técnicas, tienes que convertirlas en parte de tu rutina diaria o practicarlas frecuentemente. Mientras más las practiques, más fácil será para ti conseguir y mantener un estado de relajación. Si ya tus niveles de estrés y ansiedad están muy elevados, es probable que necesites un profesional para que te guíe y diseñe junto a ti un programa para manejarlo. Se están ofreciendo servicios a través de programas de telesalud. Cada vez es más común que dentro de los procesos terapéuticos se dedique tiempo para enseñar a la persona a relajarse. Comienza hoy mismo y verás la diferencia.