Por: Edna Acevedo, Educadora en Salud de Triple-S

 

El cambio climático y la contaminación ambiental son problemas reales que continuamos enfrentando y cada vez con mayor impacto en la salud. Te has preguntado, ¿cómo afecta directamente a tu salud física y mental?

Muy probable tienes una idea, pero aquí te explicamos el impacto que tiene en nuestra calidad de vida.

La contaminación es una mezcla de sustancias peligrosas de origen humano y natural como, por ejemplo: la deforestación, el quemar basura y combustibles fósiles, las emisiones de los vehículos, los aceites combustibles, los productos derivados de la fabricación y generación de energía, el humo de la elaboración de productos químicos, cigarrillos, incendios forestales y vertederos, entre otros, que pueden aumentar el riesgo de enfermedades.

Para la década del 70 se pensaba solo en condiciones respiratorias, sin embargo, a medida que los estudios han avanzado se ha encontrado relación con otros problemas de salud. La exposición a la contaminación del aire está asociada con el estrés oxidativo y la inflamación de las células humanas, lo que puede sentar las bases para:

  • Enfermedades cardiovasculares
  • Cáncer
  • Trastornos neurológicos (Parkinson, Alzheimer y demencias)
  • Partos prematuros, bebés con bajo peso o con defectos al nacer

La contaminación del aire y la exposición constante a sustancias químicas también puede afectar nuestra salud mental ya que el aire contaminado que respiramos llega a nuestro torrente sanguíneo, reduciendo el oxígeno en la sangre. Esto podría dificultar las funciones del cerebro, provocando daños en las neuronas y un desequilibrio en las sustancias químicas; como resultado hay un mayor riesgo de:

  • Pérdida de memoria
  • Cambios en el estado de ánimo
  • Dificultad para dormir
  • Ansiedad, depresión

¿Sabes cómo tus acciones pueden ayudar a nuestro ambiente y disminuir los riesgos a la salud?

  • Recicla
  • Clasifica y separa aquellos desperdicios que se puedan rehutilizar.
  • Evitar comprar productos que verdaderamente no necesitas.
  • Participa de actividades voluntarias de limpieza.
  • Evita comprar o adquirir bolsas plásticas para hacer las compras
  • Evita la deforestación y siembra un árbol.
  • Disminuye el uso de botellas y utensilios de plástico.
  • Crea un huerto casero y cultiva tus propios alimentos
  • Usa el agua y energía de forma eficiente, ahorrando su consumo.
  • Busque las secciones “verdes” en los negocios de productos para la reparación del hogar.

El acceso a alimentos, agua y aire limpio, así como tener espacios donde podamos disfrutar de la naturaleza en armonía y equilibrio, son parte de nuestra salud. Un medio ambiente saludable, y sin peligros son necesarios para mantener una vida sana.

¡Actúa hoy por tu salud y la del planeta!

No esperes a sentir en tu cuerpo las consecuencias del deterioro ambiental. Empieza desde casa, desde tus hábitos y decisiones diarias. Comparte esta información con tu comunidad, involúcrate en iniciativas verdes y sé parte del cambio que tanto necesitamos.

Tu bienestar está conectado directamente con el bienestar del ambiente. ¡Haz la diferencia!