La diabetes, el cáncer, las enfermedades del corazón y otras condiciones crónicas no han desaparecido durante la pandemia. Por el contrario, los expertos en salud han levantado su voz de alerta, pues los pacientes están retrasando su cuidado por temor a contagiarse con COVID-19.


Consecuencias de no cuidarse

Las consecuencias de retrasar el cuidado de salud pueden ser severas y ponen en riesgo el bienestar y la vida de los pacientes. Por ejemplo, para las personas con alta presión o diabetes que se han descompensado, este deterioro en su salud pudiera resultar en un ataque al corazón, derrame cerebral o daño a los riñones. Cualquiera de estos puede ser devastador.


Cuidado preventivo, una prioridad siempre

Un chequeo anual, las pruebas de azúcar, una mamografía o una colonoscopía pueden avisar temprano que hay algo que no está bien, lo que nos permite tomar acción.

Igualmente, ahora que nos acercamos a la temporada de influenza o gripe, es importante vacunarse cuando esté disponible la nueva vacuna anual. Así se protege del contagio con influenza, particularmente durante la pandemia del COVID-19, cuando se han visto casos de personas con ambos virus al mismo tiempo.

También es vital que quienes no tengan la vacuna contra la enfermedad neumocócica se la pongan. Esta enfermedad puede causar infecciones graves en los pulmones (neumonía), la sangre (bacteriemia) y el recubrimiento del cerebro y la médula espinal (meningitis).


Cinco pasos para cuidarse en la pandemia y siempre

  • Continúe con su tratamiento y tome sus medicamentos.
  • Mantenga el contacto con su médico.
  • Hágase sus pruebas preventivas
  • Vacúnese anualmente contra la influenza y mantenga el resto de sus vacunas al día.
  • Si se siente mal, no espere y busque ayuda.


No descuide su salud; nuestros médicos, laboratorios, centros de estudios y hospitales cuentan con los protocolos de seguridad necesarios para atender a sus pacientes.