Si has tenido varicela, el virus permanecerá en el cuerpo y podrá reactivarse más adelante durante el ciclo de vida y causar culebrilla.
La culebrilla es un sarpullido en la piel que causa dolor, picazón y cosquilleo. Son prácticamente ampollas que se expresan en una franja en la piel, haciendo una curva parecida a una culebra, que usualmente se convierten en costras en los próximos 7 a 10 días. Otros síntomas también pueden ser fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y malestar estomacal. La culebrilla es causada por el virus herpes zóster, el mismo virus que causa varicela. Puede aparecer en un lado del cuerpo o de la cara, incluso afectar el ojo y causar pérdida de visión.
Si has tenido varicela, el virus permanece en tu cuerpo y puede reactivarse más adelante en tu vida en forma de culebrilla. La mayoría de las personas solo tienen culebrilla una vez en la vida, pero ha habido casos en que ha repetido. Al igual que en la varicela, el virus es contagioso. Otras personas, aunque nunca hayan tenido varicela, si no están vacunadas contra ella, pueden contraer varicela a través del contacto directo con el paciente con culebrilla. Tan sencillo como respirando las partículas del virus que provienen de las ampollas. Si se infectan, tendrán varicela, no culebrilla. Y por ende, estarían expuestas a tener culebrilla en un futuro.
Qué hacer para evitarla. Lo primero es vacunarse. Si no has tenido varicela, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) recomiendan dos dosis para niños, adolescentes y adultos. Esta vacuna se llama MMRV y en niños protege contra la varicela, sarampión, paperas y rubeola, una enfermedad similar de erupciones en la piel. Si ya tuviste varicela, probablemente de niño, entonces debes vacunarte contra culebrilla. Esta vacuna se llama Shingrix y tiene una eficacia de más del 90% para prevenirla. Los CDC recomiendan dos dosis de la vacuna llamada RZV, Shingrix en adultos de 50 años o más, o para personas de 19 años o más que tengan el sistema inmunitario debilitado a causa de una enfermedad o terapia.
Pero si desafortunadamente te da culebrilla, es importante que te protejas para evitar el contagio. En este caso, evita el contacto con personas que no hayan tenido varicela y no se hayan vacunado. Cubre el sarpullido. Evita tocarlo o rascarlo. Lávate frecuentemente las manos durante un mínimo de 20 segundos.
Quienes han padecido esta enfermedad relatan que es sumamente incómoda y dolorosa, incluso incapacitante. La mejor forma para erradicarla es vacunándote. Habla con tu médico para que puedas informarte y vacunarte.
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